Las
historias que contaban los juglares en la Edad Media solían tratar de hazañas o
gestas que había realizado algún héroe o guerrero popular. Estos relatos
estaban hechos en verso y se conocían como cantares de gesta. En este trimestre nuestros alumnos y alumnas se han convertido en juglares del siglo XXI y han empezado a contar al mundo diferentes gestas
protagonizadas por un colectivo social muy vulnerable: el de los refugiados.
ACTIVIDAD: Creación de un cantar de gesta
sobre la temática de los refugiados.
NIVEL
AL QUE VA DIRIGIDO:
3º y 4º de ESO; 1º de Bachillerato.
OBJETIVO:
Elaboración
de un cantar de gesta en el que se narre una hazaña actual protagonizada por
alguna persona que esté en esta situación, respetando las características del
estilo, la métrica y el lenguaje propio de este tipo de composiciones literarias.
Difusión del producto final:
Hoy 30 DE ENERO, Día Escolar de la No Violencia y la Paz empezamos a difundir con el hastag #lagestadelosrefugiados las producciones de nuestros jóvenes y comprometidos escritores en
Twitter.
Aquí podréis leer una selección de cantares de gesta que, para esta ocasión, sí que llevan sello de autor:
Una
llamada desesperada y una carta de amor
El
niño llegando a su destino, donde se dividen dos tierras.
Pide
desesperado un poco de agua, porque el viento y la arena no lo han podido enterrar:
-“Por
favor un poco de agua, por favor solo necesito un teléfono para tranquilizar”.
Solo
y perdido está nuestro valiente desesperado, pero pronto se adormecerá.
-“Mamá,
lo siento por no poder mirar atrás y ni un beso poderte dar.
Con
el frío y junto a tu recuerdo puedo avanzar. Ya solo un laguito me queda por
cruzar.
Adiós,
mamá, lo siento por defraudarte, pero pronto una nueva vida vendrá”.
Nuestro
ilusionado valiente está a punto de llegar, pero con la realidad se chocará.
-“Mami,
ha llegado una carta de hermanito, por fin ha conseguido cruzar:
Querida
madre ya estoy bien por fin, esto es mejor de lo que podía soñar.
Todas
las personas de aquí me quieren, y nadie me quiere echar.
Todo
esfuerzo valió la pena. Tranquila, seré muy feliz en este lugar”.
-“¡Que
alegría me da, mi querido hijo! Por fin podré dejar de llorar”.
Felicidad
sentía en su hogar, pero no sabía que su hijo descansaba en el fondo del mar.
Mario Prieto Atienza
1° Bachillerato Ciencias Sociales
Nota
del autor: Basado en un testimonio real de dos inmigrantes anónimos de Camerún
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“ Desde el otro
lado… ”
Con
todo listo para la partida, nos preparamos para la llegada
de
aquellas personas que luchan por su vida de forma desesperada.
Tras
un largo camino de angustia por fin llegan a la tierra añorada.
A
lo lejos se observa el miedo que albergan sus caras
por
la incertidumbre de saber cómo acabarán: si caerán al agua o los salvarán.
Saben
que pueden terminar sin respirar, pero tienen la esperanza de que sobrevivirán.
Gratitud
nos muestran al entrar por haberlos salvado de esa crueldad,
sin
ni siquiera saber lo que está todavía por llegar
Queren Rocha
María José Soto
Ana María García
1º Bachillerato Ciencias Sociales.
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“ La verdadera realidad”
1º Bachillerato Ciencias Sociales
Queren Rocha
María José Soto
Ana María García
1º Bachillerato Ciencias Sociales.
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“ La verdadera realidad”
Alguna vez he escuchado sobre algo llamado familia feliz,
pero creo que en Pakistán pocos la han llegado a sentir.
Donde debería haber un hospital, solo queda polvo y
oscuridad,
y por eso con mi llegada llegó su final.
Con el paso de los años llegó lo peor, pues mi padre tomó la
peor decisión.
Creyendo que su existencia se resumía a una explosión.
De gritos y angustia se llenó mi alrededor, pues mi hermana
de los hombres vio lo peor.
Esos mismos hombres pertenecían a algo llamado yihad, donde
decían que estaba mi lugar.
A mí no me dio tiempo a reaccionar, pero sabía que con mi
hermana debía escapar.
Muchas familias nos intentaron ayudar,
pero nuestros caminos se separaron al llegar a nuestro
supuesto nuevo hogar.
Cuando llegué supe que todo era un cuento,
porque en vez de recibir amor, solo sentí más sufrimiento.
Laura Pavón
Marina Sánchez
Laura Muñoz
Ana Mª Castell
Lucía Recamales
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Las personas que
sufren en soledad,
mientras los
demás les ignoran con mucha crueldad,
siguen su rumbo
en la oscuridad,
intentando
hallar seguridad.
Los días pasan y
el miedo avanza ,
sienten el frío
que les atraviesa como una lanza.
Buscando paz a
través del agua,
no encuentran la
calma para sentirse en casa.
De repente ellos
algo ven,
como un ángel
ante su sien.
Empieza el final
de su largo viaje,
y consiguen
sacar un poco de coraje.
Después de mucho
agobio,
llega el momento
mas valioso.
A cientos de
personas les regresa la ilusión,
y les empieza a
latir de nuevo el corazón.
Este largo peregrinaje
llega a su fin,
y una nueva vida
les queda por vivir.
Un insólito
camino que dirigir,
con nuevas
experiencias que descubrir.
Nico Martínez
Marina Muñoz
Marina Monteoliva
Violeta López
Rosa Pérez
1º Bachillerato Sociales
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Yo vivía en Gambia con una vida pésima,
sin apenas probar un poco de comida.
Entonces decidí vivir una nueva vida.
Yo partí hacia España en un barco pesquero,
escondido con más personas en el cargamento.
Yo no me ahogué como algunos de mis compañeros,
ya que tuvimos muchos problemas en el trayecto.
Yo estaba muy feliz al llegar a este país: España.
Aunque no sabía lo que me esperaba,
pero por lo menos la Cruz Roja nos ayudaba.
Andrés Iniesta
1º Bachillerato Sociales
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Podrías ser tú, ¡sí, tú!
Muchos hombres, mujeres y niños, tristes y desamparados.
Sin ninguna otra opción, se tiran al mar sin pensarlo.
Se encuentran con temor, debido a la situación y al resultado,
finalmente después de un viaje largo, algunos consiguen llegar a salvo.
Valentía, esperanza y voluntad, tienen las personas que deciden salir de un lugar.
Aunque parezca que se van a mudar, ninguno de esos niños tiene donde disfrutar,
sus padres quieren llegar a un lugar, donde sus hijos puedan jugar.
Al igual que todos, tienen la oportunidad de imaginar una vida,
deben tener un motivo para mantener su sonrisa,
ya que en esta vida, es necesario tener alegría.
Esta es la historia de alguien que nunca te podrás imaginar,
han luchado mucho por ellos y por los suyos, para obtener dignidad.
Meritxell Ríos
Alba Zarzana
Mario Abadía
1º Bachillerato Sociales
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Yo vivía en Gambia con una vida pésima,
sin apenas probar un poco de comida.
Entonces decidí vivir una nueva vida.
Yo partí hacia España en un barco pesquero,
escondido con más personas en el cargamento.
Yo no me ahogué como algunos de mis compañeros,
ya que tuvimos muchos problemas en el trayecto.
Yo estaba muy feliz al llegar a este país: España.
Aunque no sabía lo que me esperaba,
pero por lo menos la Cruz Roja nos ayudaba.
Andrés Iniesta
1º Bachillerato Sociales
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Podrías ser tú, ¡sí, tú!
Muchos hombres, mujeres y niños, tristes y desamparados.
Sin ninguna otra opción, se tiran al mar sin pensarlo.
Se encuentran con temor, debido a la situación y al resultado,
finalmente después de un viaje largo, algunos consiguen llegar a salvo.
Valentía, esperanza y voluntad, tienen las personas que deciden salir de un lugar.
Aunque parezca que se van a mudar, ninguno de esos niños tiene donde disfrutar,
sus padres quieren llegar a un lugar, donde sus hijos puedan jugar.
Al igual que todos, tienen la oportunidad de imaginar una vida,
deben tener un motivo para mantener su sonrisa,
ya que en esta vida, es necesario tener alegría.
Esta es la historia de alguien que nunca te podrás imaginar,
han luchado mucho por ellos y por los suyos, para obtener dignidad.
Meritxell Ríos
Alba Zarzana
Mario Abadía
1º Bachillerato Sociales
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Si quisieras
escuchar la historia que te cuento,
No habría alegrías,
solo horror y lamentos.
Guerra vecina
amenazaba, sin dar tregua a aquellos que no descansaban.
Mas, algunas luces
de esperanza se divisaban aún en el alba.
Huir de ésta era
casi imposible, tanto como dormir en esas noches insufribles.
Sangre de aliados y
amados, mezclada con aquella sangre de asesinos macabros.
Sollozos de madres
e hijas ante insensibles hombres con corazones de piedra inservibles.
Mientras observaban
aquellos condenados que sufrían en silencio el dolor, atrapados.
Buscaban libertad
en el mar, lleno de inseguridad sin fin.
Tormentas los
azotaban sin cesar, desechando sus recuerdos del sentir.
Héroes sin armadura
aparecieron, las penas, sin murmullo, se fueron.
¿Qué sueño no
podría cumplirse, si tal hazaña se había hecho?
Raquel Castro Sánchez
Miriam Macías Delgado
Gema Navarro
1º Bachillerato Sociales.
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