21 de marzo de 2019

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

El Día Mundial de la Poesía, celebrado cada año el 21 de marzo, conmemora una de las formas más preciadas de la expresión e identidad y lingüística de la humanidad. La poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz.
La UNESCO adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía durante su  30ª Conferencia General en París, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro.
El Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de poesía en los medios. A medida que la poesía continúa uniendo personas en todos los continentes, todos están invitados a unirse.
                                           Extraído de https://es.unesco.org/commemorations/worldpoetryday


 OS ANIMAMOS 
A TODAS Y TODOS 
A INCLUIR EN EL APARTADO 
" QUE LEES" 
UN POEMA QUE PARA TI SEA IMPORTANTE

5 comentarios:

  1. Noelia Rodríguez
    2 Eso A

    Adolescencia

    En el balcón, un instante
    nos quedamos los dos solos.
    Desde la dulce mañana
    de aquel día, éramos novios.
    El paisaje soñoliento
    dormía sus vagos tonos,
    bajo el cielo gris y rosa
    del crepúsculo de otoño.
    Le dije que iba a besarla;
    bajó, serena, los ojos
    y me ofreció sus mejillas,
    como quien pierde un tesoro.
    Caían las hojas muertas,
    en el jardín silencioso,
    y en el aire erraba aún
    un perfume de heliotropos.

    No se atrevía a mirarme;
    le dije que éramos novios,
    …y las lágrimas rodaron
    de sus ojos melancólicos.

    -Juan Ramón Jiménez

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  2. Lorena Ojeda González 2 de la eso A
    Alma mia
    Siempre tienes la rama preparada
    para la rosa justa; andas alerta
    siempre, el oído cálido en la puerta
    de tu cuerpo, a la flecha inesperada.

    Una onda no pasa de la nada,
    que no se lleve de tu sombra abierta
    la luz mejor. De noche, estás despierta
    en tu estrella, a la vida desvelada.

    Signo indeleble pones en las cosas.
    luego, tornada gloria de las cumbres,
    revivirás en todo lo que sellas.

    Tu rosa será norma de las rosas;
    tu oír, de la armonía; de las lumbres
    tu pensar; tu velar, de las estrellas.

    ResponderEliminar
  3. Lorena Ojeda González 2 de la eso A
    Alma mia
    Siempre tienes la rama preparada
    para la rosa justa; andas alerta
    siempre, el oído cálido en la puerta
    de tu cuerpo, a la flecha inesperada.

    Una onda no pasa de la nada,
    que no se lleve de tu sombra abierta
    la luz mejor. De noche, estás despierta
    en tu estrella, a la vida desvelada.

    Signo indeleble pones en las cosas.
    luego, tornada gloria de las cumbres,
    revivirás en todo lo que sellas.

    Tu rosa será norma de las rosas;
    tu oír, de la armonía; de las lumbres
    tu pensar; tu velar, de las estrellas.

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  4. Paco Omil Jiménez 2 de la eso A
    Anoche cuando dormía
    soñé, ¡bendita ilusión!,
    que una fontana fluía
    dentro de mi corazón.

    Di, ¿por qué acequia escondida,
    agua, vienes hasta mí,
    manantial de nueva vida
    de donde nunca bebí?

    Anoche cuando dormía
    soñé, ¡bendita ilusión!,
    que una colmena tenía
    dentro de mi corazón;

    y las doradas abejas
    iban fabricando en él,
    con las amarguras viejas
    blanca cera y dulce miel.

    Anoche cuando dormía
    soñé, ¡bendita ilusión!,
    que un ardiente sol lucía
    dentro de mi corazón.

    Era ardiente porque daba
    calores de rojo hogar,
    y era sol porque alumbraba
    y porque hacía llorar.

    Anoche cuando dormía
    soñé, ¡bendita ilusión!,
    que era Dios lo que tenía
    dentro de mi corazón.

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  5. Miguel Cantos
    Cada hombre está solo
    sobre el corazón de la tierra,
    traspasado por un rayo de sol.
    Y de repente, anochece.
    (Salvatore Quasimodo, premio Nóbel 1959)

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