2 de noviembre de 2020

DÍA DE DIFUNTOS 4

El alumnado de 4º de ESO nos ha buscado versos sobre la muerte de autoras y autores de los últimos siglos y nos han comentado brevemente su elección y búsqueda. Seleccionamos algunos y los compartimos hoy aquí



1.- EPITAFIO PARA UNA MUCHACHA

 


Porque te fue negado el tiempo de la dicha

tu corazón descansa en paz ajeno a las rosas.

Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico

y la tierra no supo lo firme de tu paso

 

Aquí empieza tu siembra y acaba justamente

-tal se entierra a un vencido al final del combate-,

donde el agua en noviembre calará tu ternura

y el ladrido de un perro tenga voz de presagio

 

Quita tu vida al tacto de la muerte,

que a las semillas puede y cercena los brotes,

te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca

sabrás el estallido floral de primavera.

María Victoria Atencia

 

 

En este poema se hace alusión a la muerte en la adolescencia o juventud, de una manera tierna, cuando se relaciona con elementos de la naturaleza, pero, a la vez, fría y melancólica, solo por el hecho de ser el óbito el eje central de la composición; el tono es cruel aunque maquillado como mimoso.

A la autora le llamó la atención la inscripción de una adolescente, en un cementerio inglés al que frecuentaba ir.

 He dado con él tras escribir en el buscador  “Poemas sobre la muerte”, pero me di cuenta de que lo que salía era muy general, por lo que volví al buscador y esta vez busqué “Poemas sobre la muerte Lorca”, ya que tenía pensado escoger alguno de este autor, al cual profundamente admiro, el problema fue que varios compañeros habían elegido poemas suyos, y los que quedaban no me convencían por diferentes motivos, así que pensé que lo mejor sería buscar poemas sobre la muerte que perteneciesen a una mujer de la generación del 27 o próxima a ella, y acabé dando con María Victoria Atencia, con un poema suyo que me pareció perfecto para la ocasión y, por lo tanto, con representación femenina para el Día de Difuntos, la cual no debería faltar ni tampoco olvidarse. Por último, he buscado el mismo poema en diferentes sitios web, para comprobar, así, que estaba escrito con las palabras precisas y que verdaderamente le pertenecía a ella.

                                                                   Janelle Kante


2.- YO ME MORIRÉ – JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Yo me moriré, y la noche
triste, serena y callada,
dormirá el mundo a los rayos
de su luna solitaria.

Mi cuerpo estará amarillo,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma.

No sé si habrá quien solloce
cerca de mi negra caja,
o quien me dé un largo beso
entre caricias y lágrimas.

Pero habrá estrellas y flores
y suspiros y fragancias,
y amor en las avenidas
a la sombra de las ramas.

Y sonará ese piano
como en esta noche plácida,
y no tendrá quien lo escuche
sollozando en la ventana.

 

Es un poema que trata de lo que acontecerá al ser humano, a la voz del poeta tras la muerte, tras el viaje del que no se regresa y del que nadie se va a escapar.

La base central del poema es la muerte, siendo la única realidad humana, el fin de nuestra existencia y la cual arrebata todo lo que nos rodea.                                                                           El poeta se plantea la duda de la existencia del mundo tras la muerte.
La distribución del poema queda estructurada en dos apartados: el primero de ellos ocuparía las dos primeras estrofas, en donde el poeta expresa el sentimiento de su muerte y la soledad y la melancolía. El segundo abarca el resto del poema, en él podemos distinguir dos nuevas partes
: la tercera estrofa relata lo que no habrá después de su muerte. La cuarta y la quinta estrofa, en donde se nos asegura las cosas, aparentemente sin vida, que sí seguirán existiendo.

 El método de busca hay sido poner en Internet “poemas sobre la muerte de Juan Ramón Jiménez” y me metí en Poemas de Juan Ramón Jiménez - Poemas del Alma www.poemas-del-alma.com › juan-ramon-jimenez

Luego encontré el poema “Yo me moriré” https://www.poemas-del-alma.com/juan-ramon-jimenez-yo-me-morire.htm

 

Estrella Ramírez Fermoso 4ºA



3.-       Muerte

 

            A un niño, a un solo niño que iba para piedra nocturna
          para ángel indiferente de una escala sin cielo...
          Mirad. Conteneos la sangre, los ojos.
         A sus pies, él mismo, sin vida.
          No aliento de farol moribundo,
           ni jadeada amarillez de noche agonizante,
           sino dos fósforos fijos de pesadilla eléctrica,
           clavados sobre su tierra en polvo, juzgándola.
           Él, resplandor sin salida, lividez sin escape, yacente,
            juzgándose.

                 

                          Rafael Alberti

 

Este poema trata, al fin y al cabo, como se la juega, podría interpretarse  como va muriendo. También se ve como habla de un solo niño para un ángel muy indiferente. Es como una tragedia todo lo que va diciendo.

 

 Para buscar poemas que se relacionen de la muerte he buscado varios

poetas,  el que más me gusto fue Rafael Alberti. Después puse en Google: Poemas hablando de la muerte de Alberti, escogí una página que me había gustado, cogí el poema Muerte que venía ahí.  Al final lo repasé por si estaba bien.



4.- Día de difuntos

 

La muerte bella.

¿Que me vas a doler, muerte?
¿Es que no duele la vida?
¿Porqué he de ser más osado
para el vivir exterior
que para el hondo morir?

La tierra ¿qué es que no el aire?
¿Porqué nos ha de asfixiar,
porqué nos ha de cegar,
porqué nos ha de aplastar,
porqué nos ha de callar?

¿Porqué morir ha de ser
lo que decimos morir,
y vivir sólo vivir,
lo que callamos vivir?
¿Porqué el morir verdadero
(lo que callamos morir)
no ha de ser dulce y suave
como el vivir verdadero
(lo que decimos vivir?)

        - Juan Ramón Jiménez.

 



 

-El 

        El  poeta expresa que la mayoría de personas temen a la muerte cuando realmente duele y se sufre más estando vivo. La vida a veces nos asfixia y nos aplasta, mientras que la muerte puede ser dulce y suave como la vida. El autor murió el 29 de mayo de 1958.

 

He encontrado este poema poniendo en el buscador ``poemas sobre muerte, de Juan Ramón Jiménez´´ y me han salido muchos enlaces, pero la mayoría me llevaban a este poema, luego me he asegurado de que realmente Juan Ramón Jiménez era su autor. La verdad es que me ha costado bastante encontrar un poema que hablara de la muerte, porque cuando comprobaba si realmente era del autor que decían, me daba cuenta de que la mayoría eran anónimos.   
                                                                                  Noelia Rodríguez


5.- RIMA LXXIII

 ¿Vuelve el polvo al polvo?
 ¿Vuela el alma al cielo?
 ¿Todo es sin espíritu,
 podredumbre y cieno?
 No sé; pero hay algo 
que explicar no puedo,
 algo que repugna 
aunque es fuerza hacerlo, 
el dejar tan tristes,
 tan solos los muertos.

 Es un breve poema en el que se pregunta qué hay detrás de la muerte, y cómo será su vida después de ella. Este es un poema de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Este poema lo he encontrado, buscando en internet y en el buscador puse: "Poemas Gustavo Adolfo Bécquer, muerte".
                                           Laura Ramos 4⁰C



6.- EL CRIMEN 
Se le vio, caminando entre fusiles 
por una calle larga, 
salir al campo frío,
 aún con estrellas, de la madrugada.
 Mataron a Federico
 cuando la luz asomaba. 
El pelotón de verdugos 
no osó mirarle a la cara. 
Todos cerraron los ojos; rezaron:
 ¡ni Dios te salva! 
Muerto cayó Federico
 —sangre en la frente y plomo en las entrañas—. …
 Que fue en Granada el crimen sabed 
—¡pobre Granada!—, ¡en su Granada!… 

                           Antonio Machado 

Lo he buscado en google y estaba buscando un poema de Federico García Lorca y me apareció este y me gusto bastante más. Trata sobre la muerte de Lorca.
                                                                                             Rocío Sambruno


7.- La cogida y la muerte – Federico García Lorca

A las cinco de la tarde. 
Eran las cinco en punto de la tarde. 
Un niño trajo la blanca sábana 
a las cinco de la tarde. 
Una espuerta de cal ya prevenida 
a las cinco de la tarde. 
Lo demás era muerte y sólo muerte 
a las cinco de la tarde. 

El viento se llevó los algodones 
a las cinco de la tarde. 
Y el óxido sembró cristal y níquel 
a las cinco de la tarde. 
Ya luchan la paloma y el leopardo 
a las cinco de la tarde. 
Y un muslo con un asta desolada 
a las cinco de la tarde. 
Comenzaron los sones de bordón 
a las cinco de la tarde. 
Las campanas de arsénico y el humo 
a las cinco de la tarde. 
En las esquinas grupos de silencio 
a las cinco de la tarde. 
¡Y el toro solo corazón arriba! 
a las cinco de la tarde. 
Cuando el sudor de nieve fue llegando 
a las cinco de la tarde 
cuando la plaza se cubrió de yodo 
a las cinco de la tarde, 
la muerte puso huevos en la herida 
a las cinco de la tarde. 
A las cinco de la tarde. 
A las cinco en Punto de la tarde. 

Un ataúd con ruedas es la cama 
a las cinco de la tarde. 
Huesos y flautas suenan en su oído 
a las cinco de la tarde. 
El toro ya mugía por su frente 
a las cinco de la tarde. 
El cuarto se irisaba de agonía 
a las cinco de la tarde. 
A lo lejos ya viene la gangrena 
a las cinco de la tarde. 
Trompa de lirio por las verdes ingles 
a las cinco de la tarde. 
Las heridas quemaban como soles 
a las cinco de la tarde, 
y el gentío rompía las ventanas 
a las cinco de la tarde. 
A las cinco de la tarde. 
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde! 
¡Eran las cinco en todos los relojes! 
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

 

 

Este poema de Don Federico utiliza la precisión cronológica para expresar la fatalidad. Pone en «La cogida y la muerte» una intención de controlar aquello que naturalmente está por encima de la voluntad humana al dominio y control de lo subjetivo, que aquí se encuentra en el ámbito de la emoción de la memoria. Él se ve desbordado por la emoción que le produce la muerte de un amigo y acude a su memoria para que esta la contenga.

La repetición abusiva de la hora. El primer verso del poema es un enunciado objetivo, con falta de verbo, que deja en inquietud su aclaración semántica, su continuidad anecdótica. Pero García Lorca no quiere ir al suceso, a la noticia, a lo que ya se sabe .El tiempo que transcurre para las personas y las cosas, y ese otro tiempo irrefrenable y grande que se establece en nuestras vidas y nuestras cosas.

El poema se inicia, con una directa referencia al tiempo, el tiempo que se puede medir,exterior a nosotros, y a este tiempo se enfrentará el tiempo de la conciencia del poeta,con él, saldrá su emoción, su desasosiego,que es fruto de la tensión o el desfase entre el tiempo histórico y el tiempo interior o psicológico, potencialmente infinito, mencionan al acto de recordar y a la memoria, al dolor que causa en quien recuerda la pérdida o muerte del mencionado

Antonio Amarillo Suárez  4ºA





8.- A LA MUERTE DE RUBÉN DARÍO.

Si era toda en tu verso la armonía del mundo, 
¿dónde fuiste, Darío, la armonía a buscar? 
Jardinero de Hesperia, ruiseñor de los mares, 
corazón asombrado de la música astral, 

¿te ha llevado Dionysos de su mano al infierno 
y con las nuevas rosas triunfantes volverás? 
¿Te han herido buscando la soñada Florida, 
la fuente de la eterna juventud, capitán? 

Que en esta lengua madre la clara historia quede; 
corazones de todas las Españas, llorad. 
Rubén Darío ha muerto en sus tierras de Oro, 
esta nueva nos vino atravesando el mar. 

Pongamos, españoles, en un severo mármol, 
su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más: 
Nadie esta lira pulse, si no es el mismo Apolo, 
nadie esta flauta suene, si no es el mismo Pan.

 

                                     Autor: Antonio Machado.

Poema dedicado a Rubén Darío. 

Unos versos que sin duda, muestran la melancolía por la muerte de Rubén Darío. En él se ve grandes adjetivos hacia el difunto y sus grandes virtudes.

Habla de la muerte inesperada y sus sentimientos hacia el.

 He buscado en Google: “poemas de Antonio Machado relacionado con la muerte” y me salió el 2 en la lista. Después de elegir este, miré más páginas oficiales para saber si verdaderamente era de este autor. 

Laura Pérez




9.- DÍA DE DIFUNTOS

                                                 RIMA LXXXIII

Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.

La luz que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho;
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.

Despertaba el día,
y, a su albor primero,
con sus mil rüidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:

?¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

*

De la casa, en hombros,
lleváronla al templo
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.

Al dar de las Ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron,
y el santo recinto
quedóse desierto.

De un reloj se oía
compasado el péndulo,
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba
que pensé un momento:

?¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

*

De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.

Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo.
Allí la acostaron,
tapiáronle luego,
y con un saludo
despidióse el duelo.

La piqueta al hombro
el sepulturero,
cantando entre dientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
el sol se había puesto:
perdido en las sombras
yo pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

*

En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.

Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos...!

* * *

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Es un poema bastante triste habla sobre la muerte y la soledad… bueno lo que más me llama la atención es “Que solos se quedan los muertos” me ha hecho reflexionar…  y que gran verdad al final del poema, que dice así: ¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?...

Lo he encontrado poniendo en el buscador “Poesía contemporánea sobre la muerte” hay encontré una lista de poemas y autores, después volví al buscador con el nombre de la poesía y su autor y me salió.

 

DAVID SÁNCHEZ MENDOZA 4º C


10.- DIA DE LOS DIFUNTOS

- Sólo sé que estoy en mí, de Manuel Altolaguirre

Sólo sé que estoy en mí
y nunca sabré quién soy,
tampoco sé adónde voy
ni hasta cuándo estaré aquí.

Vestido con vida o muerte
o desnudo sin morir,
en los muros de este fuerte
castillo de mi vivir,

o libre por los confines
sepulcrales de los cielos,
desgarrando grises velos,
ignorante de mis fines,

no sé qué cárcel espera
ni la libertad que ansío,
ni a qué sueño dará el río
de mi vida cuando muera

- BREVE COMENTARIO:

Breve poema que expresa su incertidumbre en cuanto qué le pasará cuando muera. Tiene un tono desesperado y pesimista.

- BIBLIOGRAFÍA:

Busqué “generación del 27 poemas con tema de muerte” en el buscador de Google. La primera página web que me salió fue “35 POEMAS DE LA GENERACION DEL 27 YAVENDRÁS (https://poemas.yavendras.com/generacion-del-27.php)”. Me salió el primer poema de Manuel Altolaguirre, me gustó y busqué más sobre la vida de este autor para ver si había algún otro poema de esta temática y encontré en Wikipedia muchas de sus obras tanto de poesía como teatro y guiones de cine. Había una lista que supuse de sus poemas más famosos, primeramente me decanté por “Lo invisible” (1930), por desagracia no me gustó tanto como el título, así que regresé la lista para elegir otro título que me llame la atención. Busqué el poema de “Un día” (1931) y la primera página salía la misma de Wikipedia y bajé hasta ver una página que me resultara fiable. No encontré el poema que estaba buscando pero encontré uno que me gustó mucho.

GRACIAS AL ALUMNADO POR SU TRABAJO

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