SOMOS EL TIEMPO QUE NOS QUEDA
Así tituló la recopilación de su obra poética, pero él será mucho más porque su obra escrita permanecerá y su legado, recogido en la Fundación que lleva su nombre, nos permitirá seguir disfrutando.
En esta foto le recordamos junto a sus amigos de generación
Hoy solo podemos desde aquí, desde un Instituto de Jerez de la Frontera, su ciudad natal, agradecer que en su vagar por el mundo nunca olvidara esta ciudad y nos regalara, además de un gran legado material recogido en su Fundación, la posibilidad durante años y años de actos culturales de gran envergadura en los que hemos podido disfrutar de obras y autores relevantes o de los que comenzaban su andadura.
Me siento muy honrada de haber podido contribuir a la difusión de la literatura entre mi alumnado bajo la tutela siempre sentida de nuestro autor. Asistimos a actividades en su Fundación y gozamos en algunas ocasiones de su conversación y compañía
Hoy nos despedimos con este poema de nuestro premio Cervantes.
AZOTEA
Fui feliz fugazmente algunas veces,
entre dos furias fui feliz,
lo fui de vez en cuando sin saberlo.
Por ejemplo en la ciudad solar que se veía
desde aquella azotea de la infancia,
tentadora ciudad flameando
en los celestes mástiles del tiempo,
mientras iniciaba la vida la aventura
de descubrir el mundo a escondidas del mundo.
Allí subsisto aunque no esté, allí
perduro en medio
de la devastación de esa azotea
que reconstruyo cada día para no claudicar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No des datos personales. Identifícate con tus iniciales y añade aquí tu comentario.