NUESTRO PROFESORADO TAMBIÉN ESCRIBE

   

  Siempre se ha dicho de nuestro trabajo que es o debe ser vocacional, que hace falta amar la enseñanza para poder desarrollar esta tarea con eficacia y buenos resultados. Mucho podríamos hablar de ello y debatir, pero en lo que, sin duda, estamos de acuerdo una gran mayoría es en que, sin curiosidad y deseos de aprender, difícilmente se puede enseñar a nuestros jóvenes. Ese deseo de aprender y ampliar conocimientos nos puede llevar  a campos diferentes a los de la materia que enseñamos , como es el caso de nuestro compañero Manolo Castro; también a indagar en la parte creativa de nuestra materia, como lo ha hecho Estrella Mantero; o a profundizar en aquella objeto de nuestra enseñanza, como es la circunstancia de Jaime Padilla y de otros compañeros como Francisco de Paula Bernal  o Gema Araque.

 

      En ellos, como seguro que en muchos otros,  confluyen el deseo de aprender, la pasión por el conocimiento en mayor o menor grado y esa, consideramos, es la semilla de la que luego, con técnicas  y abonos adecuados, brotarán y crecerán las hermosas plantas que son un alumnado curioso o apasionado por el saber. Sin él el futuro sería incierto...porque alguien tendrá que curar las heridas de nuestro cuerpo y de nuestra alma, alguien habrá de construir lo edificios que nos cobijen o las películas y canciones que nos trasciendan. y hace falta amor, curiosidad, generosidad y pasión por APRENDER ,POR SABER.

   Para cerrar este curso las actividades de la Biblioteca hemos presentado y compartido los libros de tres de estos profesores...y quedan pendientes los demás para otro año. Os comentamos cada uno de ellos brevemente.

Manolo Castro es de Ubrique, pero lleva en Jerez desde 2012,  ya que aquí está el Departamento de Edificación, ya que es aparejador, arquitecto técnico y profesor de la familia profesional de edificación y obra civil.

Su libro Ubrique de los columpios pretende recoger, para que no se pierdan, manifestaciones culturales que han pasado de generación en generación desde tiempo inmemorial y que ahora se están perdiendo inexorablemente. En este caso ha recogido las llamadas "canciones de los columpios". Están reconocidas como PATRIMONIO INMATERIAL DE ANDALUCÍA y son canciones tradicionales que se cantaban mientras se balanceaba a una chica en el columpio, y con ella se pretendía iniciar una relación amorosa. 

Suelen estar ligadas a momentos concretos del calendario y a lugares precisos y aún se escuchan en el casco antiguo de Ubrique.

"Me inspiró que observé que las personas que sabían cantar se estaban haciendo mayores, con lo cual tenía que aprovechar un momento muy clave en mi vida porque gané un premio y quise invertir ese dinero en grabar a esas señoras que a fecha de hoy la mayor parte de ellas han muerto."

"Para mí las canciones del columpio son unas señas de identidad ya que las llevo escuchando desde pequeño y me he criado con ellas, lo son todo para mí." 

   Nuestro alumnado de 4º de ESO  ha buceado en el libro  y ha entrevistado a su autor. Después se ha vivido un encuentro en el que se ha explicado con detalle y se han comentado aspectos diversos de este hermoso trabajo. Mucho hemos aprendido de Ubrique, de nuestra tradición oral  y de que el saber no tiene fronteras pero sí firmes raíces que hay que cuidar y respetar y conservar.

"...las letras que se cantan en Ubrique son estrofas de 5 versos octosílabos con rima asonante en los versos pares, repitiendo usualmente el primero en el quinto a modo de retornelo"

  El uso de los códigos  QR para escuchar las canciones pone de manifiesto que tradición y modernidad no están reñidas.

    Desde el Departamento de Lengua y Literatura Española nos ha llegado la voz  de Estrella Mantero que nos ha deleitado con algunos de los versos de su próximo poemario, cuyo título no ha querido desvelarnos por superstición literaria. Esta obra es un recorrido vital en el que el sujeto lírico sufre una evolución a lo largo de los años. Ella enmarca su poesía dentro de la llamada POESÍA DE LA EXPERIENCIA con matices destacados procedentes de sus lecturas, entre otras ha citado a Góngora, Darío o Lorca.

  Nada mejor que uno de sus poemas para ilustrar este  inspirador encuentro...lo esperamos ansiosas

El Paraíso

"Qué hermosa fue esa época en la que éramos felices y no nos dábamos cuenta"

Humea buscando mi olfato
la leche en que me bañan
cereales de arroz inflado
recubiertos de chocolate.
Chapotean y crujen mientras nadad de espaldas
de un borde a otro del tazón
con leche
hirviendo.

Es un olor que llevas contigo

toda la vida.

Lo reconoces al instante

y en él te reconoces.

Se instala en

la pituitaria y se expande

por cada célula:

todo lo que te rodea está de más. 

todo lo que te rodea no es escenario

donde os encontrasteis por primera vez.

Solo ese olor y tú.

solo él te salva en ese fugaz momento.

Solo él sigue siendo el mismo,

mientras tú vas dejando de serlo.

solo él perdura,

mientras tus segundos se agoan.

solo él te entiende. Te transporta:

El olor de los desayunos de los años

en los que todo era una fantástica obra de arte

expuesta en mitad del paraíso.

Un paraíso

donde las piedras eran trozos de carne

y las hojas de los árboles, frescas verduras.

Cuatro escalones de ladrillo

ejercían de cinta transportadora

de supermercado.

Ver un erizo atravesado por un esta

era el mayor de los horrores jamás contemplados.

Un paraíso con rama de gran níspero que hacía las veces

de columpio para

esas manitas de algodón sin mácula

que

        iban

                       y

       venían

poblándose de callos.

Un paraíso donde el juego del escondite
y el juego de la botella eran
las grandes intrigas de nuestras vidas;
y el juego de la botella eran
las grandes intrigas de nuestras vidas;
y saltar a la comba a toda velocidad
eran los mejores saltos

que ibas a experimentar jamás.

Donde colgarte por lo pies en un columpio

de armazón de hierro;

y dar volteretas sin soltarte de las manos

era lo más osado y peligroso que se podía hacer.

Donde nadar en la noche

silenciosamente, 

en aguas de pantano,

directos a copas

de árboles sumergidos, 

para gritar con júbilo y ver alzar el vuelo de palomas

posadas sobre

las puntas de sus ahogadas ramas;

era el mayor de los espectáculos jamás 

contemplados.

O quizás, ahora

me parezca

un gran espectáculo

esos fantásticos y pueriles actos

que entonces formaban parte de la normalidad.

Aquel PARAÍSO donde las más graves heridas solo

podían ser aquellas grandes costras en las rodillas.

Hemos cerrado este ciclo con la presentación del libro de Jaime Padilla, profesor de Tecnología, Ciencias y Música en ocasiones. En él confluyen de manera clara esa idea renacentista de que el saber no tiene fronteras y que de todo ha de saber y gustar un hombre que tal título merezca.

En este caso su obra Microtécnicas botánicas para aficionados tiene carácter didáctico y está orientada a curiosos y practicantes de la ciencia. Una ayuda , sin duda inestimable.

En un ambiente cercano con el alumnado de bachillerato, Jaime ha explicado de qué va su libro, de lo importante que es para él la investigación y también la importancia que tiene en su vida el rock andaluz. El confinamiento resultó ser el detonante para que todas las inquietudes que tenía sobre la Microscopía tuvieran como resultado un libro. Un libro en el que se nos revela que las muestras que se necesitan para mirar en un microscopio las puedes fabricar en casa con elementos más baratos y asequibles, por ejemplo, si necesitas un colorante de color amarillo pues usas el colorante alimenticio para las paellas o  Betadine para las muestras que necesiten yodo.

   En algunas ocasiones, la entrevista ha girado hacia temas personales y así hemos sabido que le hubiese gustado ser científico pero también estrella del rock. 

 La tecnología es la disciplina que imparte en este instituto pero siempre ha sido una persona curiosa por lo que le llamó la atención la ciencia y todas las ramas que se implican de ella. En un microscopio Jaime encuentra relajación y le fascina ver sobre todo la división celular.

    En definitiva, nuestro compañero admirador de Ramón y Cajal, y de grupos tan sublimes como Triana también nos ha acercado a su vida y su libro.